Victoria de las que salvan vidas en el Tartiere.
La consiguió el Oviedo, que tuvo que trabajar de lo lindo para ganar a una UD Las Palmas que siempre lleva mucho peligro. Y lo hizo gracias a dos goles fantásticos: el primero de Ortuño, tras un control de pura clase, y un zapatazo bestial de Sangalli, limpiando las telarañas de la escuadra de Valles.
Los visitantes realizaron una buena segunda mitad, aunque insuficiente. Pedri anduvo desaparecido y Rubén Castro aglutinó todo el peligro. El Oviedo les perdonó en el tramo final.
Así, el Oviedo sale momentáneamente de los puestos de descenso y la UD Las Palmas aún no certifica su permanencia matemática.